MUJERES EN DEFENSA DE LA LIBERTAD (1810).

Sin la osadía y arrojo de mujeres dispuestas a sacrificarse en defensa de la libertad, y sin su intervención, no hubiese sido lo mismo la guerra de independencia. Demostrando muchas veces una férrea voluntad y un espíritu patriótico para liberar a su país del yugo español. Los ejemplos más conocidos son mujeres de la talla de Josefa Ortiz de Domínguez, Leona Vicario o Gertrudis Bocanegra.


JOSEFA ORTIZ DE DOMINGUEZ

GERTRUDIS BOCANEGRA


Ellas al igual que otras mujeres arriesgaron valientemente su vida por la causa; un buen número se encuentra en el anonimato y algunas quedan en el recuerdo. Por ejemplo: tenemos a Luisa Martínez, esposa de un Guerrillero apodado "El Jaranero". Estuvo junto a su marido peleando, hasta que en Erongarícuaro (Michoacán) perdieron la batalla y junto con los hombres fue hecha prisionera. En el cementerio del pueblo los fusilaron. Cuando le tocó su turno gritó con todas sus fuerzas: "Como mexicana tengo el derecho de defender a mi patria". Acto seguido se desplomó abatida por las balas.




Altagracia Mercado, "Heroína de Huichapan" (Hidalgo), de su propio dinero armó un pequeño ejército en cuanto se enteró de la lucha por la libertad. Se puso a la cabeza y dio la pelea a los realistas. Desgraciadamente en un encuentro desafortunado perdió el combate y cuando se fijó sólo quedaba ella en pie. Sin demostrar temor, al contrario, con la valentía que la caracterizaba, siguió peleando hasta que la capturó el enemigo. Su valor causó mucha admiración a los jefes españoles y como la costumbre era no tomar prisioneros sino fusilarlos, ordenó el coronel que los comandaba que la dejaran en libertad diciendo: "Mujeres como ella no deben morir".



Hazañas como ésta han permanecidos en la memoria de muchas generaciones, no les importó arrostrar peligros, ni la furia de los realistas, mucho menos exponer su vida con tal de arrebatar su patria al invasor.



Con valentía y arrojo María Soto la Marina ayudó a las tropas del general Francisco Javier Mina. Las huestes de los realistas se enfrentaron con los insurgentes cerca del río del mismo nombre que la heroína, pero no contó el general Mina con un enemigo quizá más poderoso (la sed), pues los españoles estratégicamente se habían apoderado del río; no podían romper el cerco para llegar hasta el agua. Al darse cuenta la valiente mujer, saliendo de la retaguardia tomó dos cántaros y sin importar las balas enemigas comenzó a traer agua para que tomaran los soldados insurgentes. Una y otra vez atravesó las líneas enemigas sin importar su seguridad, hasta que todos pudieron calmar su sed sin que sufriera ningún daño.





El sistema patriarcal que hemos vivido en México ha sido férreo y de mano dura, sobre todo con la mujer. Aunque hay que reconocer que poco a poco va cambiando, pero en la época de la independencia, hubo una que otra mujer decidida, irreverente y muy rebelde, entre éstas se encuentra María Ignacia Rodríguez apodada "La Güera Rodríguez". A pesar de ser una mujer golpeada salvajemente por su marido, logró el divorcio y afortunadamente muere él en Querétaro y se pudo casar dos veces más. De esos matrimonios le quedaron siete hijos. Era muy bella y de lengua rápida e ingeniosa, fue famosa en toda la capital. Aprovechando que entraba en los salones más elegantes, mandaba noticias o las estrategias que iba a hacer el ejército realista.



Mujer decidida, partidaria de la independencia, llegó a fascinar a hombres como el Barón de Humboldt, Simón Bolívar e Iturbide.

Algunas son célebres, otras no tanto, pero todas lucharon por un mismo deseo: ver a su patria libre. Todas sufrieron el flagelo de la guerra y muchas de ellas fueron fusiladas sin tener un juicio justo.



Así tenemos a Mariana Anaya, Petra Arellano, Francisca Torres, Antonia Ochoa, María Dolores Basurto y su hija Margarita, Carmen Camacho, María de Jesús Iturbide, María Antonia García, Gertrudis Jiménez, María Andrea (La Campanera), Juana Villaseñor, Josefa Sixtos, Antonia Piña, y muchas más que ofrendaron su vida por la patria.



A pesar de los tiempos que corrían y del machismo imperante, estas heroínas tuvieron carácter y mucha decisión; nos enseñaron de lo que fueron capaces de hacer en su condición de mujeres. Llenas de un relieve casi mágico nos muestran la perfección que alcanzaron al realizar hechos heroicos con personalidad suficiente para sobresalir en un mundo de hombres.